El cumpleaños de mi madre

Ayer mi madre habría cumplido 58 años y fue uno de esos días en los que la realidad te da una hostia de las gordas. Es el primer cumpleaños de mi madre sin mi madre.

Dicen que el primer año es el más duro, sobre todo en fechas señaladas como lo son las festividades y los cumpleaños, y razón no les falta. Han pasado cinco meses y sigue siendo todo raro, demasiado raro. La vida sigue, pero ella no está y es muy raro. Echo de menos contarle tonterías, el último cotilleo, el último dato random que he leído en internet, que me cuente lo que ha pasado en la serie turca del momento, que me abrace y me escuche, que me haga esos canelones con bechamel que le salían tan bien. Echo de menos los momentos del día a día, los viajes en el coche, hacer la compra.

El año pasado celebramos su cumpleaños, porque siempre lo hacíamos, aunque le pusiéramos las velitas encima de un bocadillo. Este año ya no, ya no las ha soplado ni ha pedido un deseo. Tampoco ha habido felicitaciones ni abrazos de esos que estrujan.

Ayer no quería quedarme encerrada en casa, triste, quería hacer algo diferente con mi padre. Quería algo bonito, algo que a mi madre le hubiera gustado. Así que fuimos a Raixa, una posesión de Bunyola, conocida porque allí rodaron Bearn o la sala de las muñeacs (1983), la adaptación de la novela de Llorenç Villalonga. Por una cosa o por otra nunca llegamos a ir con mi madre y eso que ella quería. Fue una forma de honrarla, supongo. Disfrutar del buen día, de visitar un lugar que le habría encantado. Pienso en ella cuando veo cosas bonitas, cuando veo abanicos o mariposas. Pienso en lo mucho que disfrutaba de la vida y de los pequeños momentos.

Lo curioso es que desde allí se veía el Hospital Juan March, uno de los hospitales de paliativos de Mallorca. Cuando lo vi me dio un vuelco el corazón, porque nos podría haber tocado allí. Era una posibilidad más.

Esta semana he estado sensible, llorona, triste, sí, aunque siempre intento que no se me note, pero ahí está. He de decir que a lo mejor me he torturado de más mirando fotos antiguas y de cuando era pequeña. Esta claro que nadie lleva el duelo de la misma manera. Intento no cerrarme, no bloquearme, aunque me doy cuenta que delante de la gente lo hago, sigo poniéndome la armadura.

Ayer fue un día duro, para qué mentir, me pesó todo muchísimo y lloré más en un día de lo que lo he hecho en un mes. Y no pasa nada por llorar. No pasa nada y lo tengo asumido. Es mejor que salga a que se dentro enquistado.


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Comentarios

2 respuestas a “El cumpleaños de mi madre”

  1. Avatar de sunshine

    ¡Mucho ánimo! Es muy duro perder a alguien querido.
    Un saludo

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    1. Avatar de mikkihacecosas

      Gracias, la verdad es que no es fácil. Va todo a días.
      Un saludo.

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